Pero esta simplicidad conceptual no debe engañarnos. Aunque la idea sea sencilla, su desarrollo no carece de profundidad y variedad, y bastará dedicarle unas horas para ir descubriendo su potencial.
Sin embargo, lo que realmente hace de los "Wii Sports" una fórmula tan exitosa es su inmediatez, algo que comparten con el resto de juegos de la serie "Wii". No hace falta leer el manual, ni aprender complicadas combinaciones de botones. El juego te enseña a controlarlo sobre la marcha, y es todo bastante claro y comprensible. Es revolucionario porque, en contra de lo que la mayoría de la industria estaba haciendo por entonces, Nintendo apostó por una forma de entretenimiento fácilmente digerible y al alcance de cualquiera, sin olvidar la calidad y la innovación (al contrario que las innumerables producciones de bajo coste para teléfonos móviles, por ejemplo, en su mayoría clones de juegos de los 80 y 90). Entre los jugadores no sentó bien a aquellos con mentalidad elitista que se habían acostumbrado a encerrarse en su hobby y ahora veían cómo hasta la abuela se atrevía a coger un mando, pero en vista de los resultados, con decenas de millones de Wiis vendidas en todo el mundo y la competencia copiando la idea, parece que Nintendo iba por buen camino.
"Wii Sports Resort" es un salto cuantitativo y cualitativo con respecto al original. El control mejoró con el añadido del Wii MotionPlus, permitiendo nuevas posibilidades que con el wiimando estaban vetadas, y el menú de modos de juego se amplió en número, mezclando novedades con modos reciclados de la anterior entrega. En esencia es la misma experiencia, pero deja mejor sabor de boca.
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