lunes, 14 de enero de 2013

MadWorld

     Admito que compré este juego con bastantes dudas. En general no tengo ningún problema con la violencia en los videojuegos siempre que se represente de una forma lo menos realista posible, y por realista quiero decir que evite las referencias a hechos o situaciones de la vida real. Es por eso que no me gustan ni los juegos basados en acción militar, ni aquellos en los que se supone que te entretienes cometiendo crímenes o apaleando personas. En principio, con MadWorld no debería de haber objeción: los gráficos en blanco y negro simulando un cómic, su historia y su exagerada exposición de sangre y mutilaciones lo alejan del terreno realista. Pero los diálogos, los estereotípicos personajes y ese diseño que a veces intenta ser "Mad Max" sin lograrlo, lo acercan al terreno del mal gusto.

     El mayor inconveniente del juego, sin embargo, no está en nada de eso, sino en una mecánica repetitiva que llama la atención al principio y acaba por aburrir al par de horas. Hacer combos destrozando los cuerpos de los enemigos de las formas más grotescas tiene su gracia, pero si no lo acompañas con un buen diseño de niveles no te sirve más que para echarte unas risas al principio. Y el diseño de niveles de MadWorld es regular tirando a malo. Para aderezar el bostezo, los comentaristas repiten los mismos chistes malos una y otra vez. Si no me reí a la primera no lo voy a hacer a la cuarta.

     Me llevé una decepción con este juego. En el fondo quería que me gustara y por eso lo compré. El día que salíó a la venta, además. Unos 50 euros me costó el atrevimiento. Al poco tiempo Sega lo vendía por 10 euros o menos, en un intento de deshacerse de él.

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